El 1 de abril de 2021, otro capítulo en las "guerras del agua" de larga duración concluyó después de ocho años y decenas de millones de dólares gastados. La Corte Suprema de los EE. UU. dictaminó en una opinión de 9 a 0 que Florida no presentó un argumento legal convincente ni proporcionó pruebas suficientes de que Georgia utiliza demasiada agua de los ríos Chattahoochee y Flint. El tribunal no estuvo de acuerdo en que cualquier daño a la población de ostras del Estado del Sol pudiera atribuirse al uso del agua en el Estado del Melocotón.
La 'victoria' de Georgia en esta ronda legal viene con dos lecciones importantes de la Florida contra Georgia opinión.
Primero, la Corte le recordó explícitamente a Georgia la “obligación del estado de hacer un uso razonable de las aguas de la Cuenca para ayudar a conservar ese recurso cada vez más escaso”. A lo largo del caso, Georgia argumentó que el uso del agua por parte del estado era razonable. Todo el trabajo de eficiencia y conservación del agua que Georgia citó en el caso se consideró legalmente razonable. La opinión de los jueces también significa que esas leyes, políticas y herramientas llegaron para quedarse.
En segundo lugar, el reconocimiento más progresivo en la opinión de la Corte fue el papel de los “cambios climáticos” y sus efectos en nuestros ríos. El argumento central de Georgia era que la reducción de los caudales de los ríos en Florida no era culpa de Georgia. Fue sequía, dijo Georgia, que se ha vuelto más frecuente y dañina. La Corte aceptó este argumento.
La defensa de CRK y la declaración final de la Corte se alinean estrechamente. Los georgianos tienen la responsabilidad de conservar el agua. El estado no puede seguir creciendo y no implementar nuevos métodos para ahorrar agua en nuestras ciudades y pueblos, negocios, industrias o en nuestras granjas.
Si una sólida cultura de conservación no se afianza y avanza en el área metropolitana de Atlanta, las cuencas de los ríos Flint y Chattahoochee, y en todos los sectores económicos, volveremos a estar en los tribunales.
Al final del día, enfrentar los desafíos del cambio climático, no los desafíos legales, impulsará nuestras futuras decisiones sobre el agua.
Esta historia fue publicada originalmente en el Edición de verano de 2021 de RiverCHAT.